Skip to content Skip to Content

Pronósticos iniciales de la temporada de huracanes en EE.UU. sugieren un 2025 intenso

Por Mary Gilbert, CNN

Es apenas primavera, pero algunos meteorólogos ya están centrándose en la temporada de huracanes del Atlántico de este año.

La temporada, que se extiende de junio a noviembre, se perfila como muy agitada, según los investigadores de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado (CSU, por sus siglas en inglés).

El equipo de expertos de la CSU prevé una temporada de huracanes superior a la media, compuesta por 17 ciclones tropicales con nombre y vientos sostenidos de al menos 63 km/h. Se espera que nueve ciclones se conviertan en huracanes y cuatro se fortalezcan hasta alcanzar la categoría 3 o superior.

El pronóstico de este año no es tan optimista como la predicción acertada del año pasado de 11 huracanes, pero es significativo. El pronóstico de nueve huracanes iguala la segunda mayor cantidad pronosticada en los 30 años que el equipo lleva emitiendo pronósticos de huracanes a largo plazo en abril.

La CSU ha pronosticado nueve huracanes en su informe de mayor alcance otras siete veces, las más recientes en 2022 y 2024, según Phil Klotzbach, científico investigador sénior de la CSU y autor principal del pronóstico de huracanes.

Los expertos creen que los factores atmosféricos y oceánicos se alinearán para facilitar el desarrollo de numerosas tormentas dentro de unos meses. Pero a veces la atmósfera no está de acuerdo.

Históricamente, el primer pronóstico del año de la CSU tiene el “nivel más bajo de habilidad” porque pueden ocurrir grandes cambios en la atmósfera o el océano entre abril y cuando comienza el pico de la temporada de huracanes, en agosto, advirtió el equipo en un comunicado.

“El pronóstico de la CSU pretende proporcionar una mejor estimación de la actividad en el Atlántico durante la próxima temporada, no es una medida exacta”, agregó el equipo.

Según Klotzbach, la CSU tiene aproximadamente su nivel típico de confianza en el pronóstico inicial de 2025, en comparación con la confianza superior al promedio que tenía en el año pasado.

“El año pasado, prácticamente todos los factores de pronóstico apuntaban a una temporada hiperactiva, mientras que esta temporada, las señales climáticas son más bien mixtas”, dijo Klotzbach.

El panorama mixto que mencionó Klotzbach incluye temperaturas anormalmente cálidas en la superficie del mar en el océano Atlántico y el mar Caribe, así como el posible —pero improbable— regreso de El Niño.

Los océanos cálidos favorecen ciclones más fuertes, mientras que se ha demostrado que la influencia de El Niño frena la actividad tropical en el Atlántico, aunque ese no fue el caso en 2023.

Actualmente, se observan condiciones de La Niña débil en el océano Pacífico tropical, según el Centro de Predicción Climática. La Niña y El Niño son la fase fría y cálida, respectivamente, de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), un patrón climático natural impulsado por la interacción entre la atmósfera y el océano que influye en el clima mundial.

La actividad de huracanes puede estar estrechamente vinculada a lo que sucede con el ENOS, que suele ser predecible con mucha antelación.

Para esta temporada de huracanes, lo más probable es que el ENOS se encuentre en su denominada fase neutral: ni El Niño ni La Niña. Existe solo un 13 % de probabilidad de que El Niño surja durante el pico de la temporada, de mediados de agosto a mediados de octubre, según el Centro de Predicción Climática.

Así pues, sin la potencial influencia de El Niño para suprimir tormentas, es posible que se produzcan más tormentas.

Pero la temperatura cálida de los océanos es el factor más importante que impulsa la predicción superior a la media del equipo de la CSU este año. Algunas zonas del Atlántico siguen bastante cálidas tras alcanzar temperaturas récord durante largos periodos de 2023 y 2024. Estas zonas se calentarán aún más a medida que se acerquen los meses más calurosos del año en el hemisferio norte, lo que facilitará la formación de tormentas.

La contaminación por combustibles fósiles, que calienta el planeta, está inclinando la balanza hacia océanos más calientes que alimentan tormentas peligrosas. Los científicos afirman que la inusualmente alta temperatura de los océanos probablemente generará más casos de tormentas que se intensificarán rápidamente, como ocurrió con nueve de los huracanes del año pasado, incluidos el huracán Helene y el huracán Milton.

En los casos más extremos de intensificación rápida, que es cuando la velocidad del viento de una tormenta aumenta considerablemente en un periodo corto, un huracán podría ser de categoría 1 en un momento y explotar en un monstruo de categoría 5, solo 24 horas después.

Eso es exactamente lo que hizo Milton antes de acercarse a Estados Unidos, en octubre. La rápida intensificación sigue siendo un importante desafío para los pronósticos, ya que subestimar su potencial deja a las comunidades con poco tiempo para prepararse ante una amenaza mucho mayor.

Una atmósfera más cálida también es capaz de absorber más humedad como una esponja y exprimirla en forma de lluvias torrenciales, lo que aumenta el riesgo de inundaciones por tormentas tropicales y huracanes. Las inundaciones mortales de Helene cambiaron literalmente el paisaje del oeste de Carolina del Norte para siempre.

Las inundaciones causadas por las lluvias superaron recientemente a las marejadas ciclónicas como el aspecto más mortífero de los sistemas tropicales, según un estudio del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU.

The-CNN-Wire
™ & © 2025 Cable News Network, Inc., a Warner Bros. Discovery Company. All rights reserved.

Article Topic Follows: CNN - Spanish

Jump to comments ↓

Author Profile Photo

CNN Newsource

BE PART OF THE CONVERSATION

News Channel 3-12 is committed to providing a forum for civil and constructive conversation.

Please keep your comments respectful and relevant. You can review our Community Guidelines by clicking here

If you would like to share a story idea, please submit it here.