Los precios del cobre están subiendo y los ladrones ya tomaron nota
Por Samantha Delouya, CNN
A menudo tendido desde postes de servicios públicos o enterrado bajo nuestros pies, el cable de cobre ha desempeñado un papel fundamental en el suministro de energía a la red eléctrica de Estados Unidos durante más de un siglo.
Sin embargo, robos cada vez más descarados están amenazando la red, con ladrones que se suben al techo de los autos para cortar líneas telefónicas o que abren alcantarillas a plena luz del día para extraer el cableado de cobre.
Los efectos se han sentido en todo el país: carreteras y puentes que quedan a oscuras, llamadas al 911 que no logran conectarse y facturas de servicios públicos más altas a medida que los costos de reemplazo se trasladan a los consumidores.
El precio del cobre ha impulsado los robos, dijo un detective del Departamento del Sheriff de Los Ángeles que solicitó el anonimato debido a la naturaleza encubierta de su función.
Este año, los precios del cobre han alcanzado máximos históricos debido a un aumento en la construcción de nuevos centros de datos y la especulación sobre nuevos aranceles por parte del Gobierno de Trump, según JPMorgan. En Estados Unidos, los precios del cobre han subido más del 30 % este año.
Los Ángeles se ha convertido en uno de los puntos críticos del país para el robo de cable de cobre. Mientras la ciudad se recupera de los incendios forestales más destructivos en una generación y se prepara para albergar la Copa Mundial este verano y los Juegos Olímpicos en 2028, en muchos lugares apenas logra mantener las luces encendidas. La ciudad y las compañías de servicios públicos gastan millones cada año reparando los daños.
Hubo más de 15.000 ataques destructivos a nivel nacional en redes de comunicación domésticas entre junio de 2024 y junio de 2025, siendo el robo de cobre un factor importante, según el grupo comercial de la industria de televisión e Internet, NCTA. Más de 9.5 millones de clientes se vieron afectados, y California y Texas reunieron más de la mitad de los incidentes.
“Esto no ocurre solo una vez a la semana o una vez al mes”, dijo el detective del Departamento de la Policía de Los Ángeles sobre los robos de cobre. “Estas cosas suceden a diario”.
Cuando Los Ángeles inauguró su recién construido Puente de la Calle Sexta, en 2022, el lugar fue aclamado como un nuevo hito de la ciudad. Por la noche, el puente de más de un kilómetro, con amplias aceras peatonales, se iluminaba con colores LED cambiantes.
Tres años después, el puente permanece a oscuras.
Los ladrones robaron más de 11 kilómetros de cable de cobre del puente, causando daños por US$ 2.5 millones, según Mark González, el asambleísta local que representa a la zona.
“Tenemos muchos incidentes solo en nuestras áreas cada día. Se acumulan”, dijo el detective encubierto del Departamento de la Policía de Los Ángeles, y agregó que los sitios de construcción en la ciudad, donde se están reconstruyendo casas después de que los incendios de Palisades y Eaton en enero destruyeran más de 16.000 viviendas y estructuras, son objetivos frecuentes para los ladrones.
Es muy difícil rastrear el cobre desnudo robado, dijo el detective a CNN. Mientras que algunas compañías de telecomunicaciones usan recubrimiento de papel de colores para ayudar a identificar sus cables, el cableado de la ciudad es menos fácil de identificar. Cualquier solución sería costosa para la ciudad.
“Por ahora, es como el Viejo Oeste”, añadió el detective.
El Puente de la Calle Sexta no es un caso aislado. A medida que suben los precios del cobre, los apagones en el alumbrado público se han convertido en un problema persistente en todo Los Ángeles. Los apagones relacionados con robos y vandalismo aumentaron diez veces entre 2017 y 2022, de acuerdo con la Oficina de Alumbrado Público de la ciudad.
En una declaración a CNN, una portavoz de la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, calificó el robo de cable de cobre como “no solo una molestia, sino una amenaza para la seguridad pública”.
“Cuando se quedan con calles oscuras, cables de telecomunicaciones caídos o semáforos que no funcionan debido a esta peligrosa actividad criminal, los residentes de Los Ángeles quedan vulnerables y las comunidades pasan a estar en mayor riesgo de otros delitos”, dijo la portavoz, y agregó que la ciudad está impulsando la instalación de más farolas solares que no estén cableadas con cobre para frenar el problema.
El detective dijo que, aunque los ladrones a veces pueden obtener un par de cientos de dólares por el cobre robado, a la ciudad puede costarle miles de dólares reparar los daños que causan. “Si no supiéramos que alguien lo está haciendo por beneficio financiero, probablemente asumiríamos que se trata de un caso de terrorismo doméstico”, dijo, debido al tamaño de la destrucción causada por los ladrones de cobre.
En octubre, el gobernador de California, Gavin Newsom, firmó una nueva ley que intenta abordar el robo de cable de cobre aumentando las penas y tomando medidas enérgicas contra los comerciantes de chatarra y recicladores que compran cobre robado.
El estado se une a otros 12 que han aprobado legislación en 2025 para combatir el robo de cable de cobre.
A poca distancia en auto del Exposition Park de Los Ángeles, el histórico recinto olímpico que será sede de eventos en los Juegos de Verano de 2028, ladrones de cobre forzaron la tapa de una alcantarilla en medio de la calle en enero y cavaron un túnel hacia una instalación de AT&T que da servicio a miles de residentes del área.
Cientos de cables de cobre fueron cortados y sacados por la alcantarilla, dejando sin servicio telefónico a cientos de clientes de AT&T. La empresa dice que cubrió la abertura con una placa de acero, pero, de alguna manera, los ladrones volvieron a entrar. Para julio, AT&T renunció a las placas y selló la alcantarilla con concreto.
AT&T está buscando reemplazar su antigua red de cobre por líneas de fibra óptica más rápidas y eficientes, pero la transición solo puede avanzar rápido si los clientes deciden cambiar sus planes telefónicos.
Cada hebra de cobre de AT&T conecta con la línea fija de un solo hogar, y cientos de estos cables tan delgados como cabellos se agrupan en un solo cable grueso. Hasta que todos los clientes migren a la fibra, AT&T tiene que mantener esas conexiones de cobre activas, dejando kilómetros de metal valioso bajo tierra o en postes y vulnerable al robo.
“Muchas veces ellos (los ladrones) no saben qué es cobre y qué es fibra”, dijo Jeff Luong, vicepresidente de ingeniería en AT&T. “Así que simplemente cortan cables”, lo que causa más interrupciones del servicio.
AT&T dice que los robos de cable de cobre están aumentando considerablemente, y en 2024 reportaron 2.200 incidentes en California frente a 71 en 2021. Desde entonces, la empresa ha anunciado recompensas de hasta US$ 20.000 por información sobre los delitos.
Andrea Moore, directora de construcción e ingeniería en AT&T en Los Ángeles, dijo que a menudo visita recicladoras locales para rastrear el cable robado. Algunas son cooperativas, pero dijo que otras prefieren mirar hacia otro lado al comprar productos robados.
Moore afirmó que a menudo puede identificar a los recicladores que son “malos actores” porque encuentra el recubrimiento de los cables de AT&T desechado justo fuera de esas instalaciones. La nueva ley de California, que entrará en vigor el próximo año, busca hacer que estos recicladores rindan más cuentas.
Los ejecutivos de AT&T dicen que constantemente corren para ir un paso adelante, pero admiten que pierden muy a menudo. La empresa gastó más de US$ 60 millones el año pasado solo en robos de cobre, según Susan Santana, presidenta estatal de AT&T en California.
“Recuerden, no es solo el impacto de US$ 60 millones en nuestro balance final”, dijo Santana. “Piensen en las llamadas al 911 que no se están haciendo o en los hospitales que no pueden usar su equipo porque su Internet no funciona”.
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