China arremete contra las “amenazas de fuerza” a Irán mientras Trump presiona por un nuevo acuerdo nuclear

Por Simone McCarthy, CNN

China, Irán y Rusia hicieron un llamamiento a la diplomacia por encima de “presiones y amenazas” y al fin de “todas las sanciones unilaterales ilegales” tras las conversaciones sobre el programa nuclear de Teherán celebradas este viernes en Beijing, según informaron los medios estatales chinos.

La reunión, a la que asistieron los viceministros de Asuntos Exteriores de los tres países, se produce cuando Beijing pretende posicionarse como un agente de poder en el urgente tema de la seguridad internacional, pocos días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijera que había dos maneras de manejar a Irán: un acuerdo o “militarmente”.

“Las partes pertinentes deben comprometerse a eliminar las causas profundas de la situación actual y abandonar la presión de las sanciones y las amenazas de fuerza”, dijo este viernes el viceministro ejecutivo de Asuntos Exteriores de China, Ma Zhaoxu, según los medios estatales chinos.

Los países se enfrentan a la presión de encontrar soluciones diplomáticas para gestionar el programa nuclear iraní –o desencadenar el regreso de las sanciones de Naciones Unidas– a medida que se acerca una fecha límite clave del acuerdo nuclear iraní de 2015.

Funcionarios chinos han expresado en repetidas ocasiones su oposición a las sanciones estadounidenses contra Irán y han criticado la campaña de “máxima presión” de la administración Trump para disuadir al país de Medio Oriente de desarrollar armas nucleares, lanzada después de que la primera administración Trump retirara a Washington del acuerdo de 2015.

Tras la reunión entre Ma, el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, y el viceministro de Exteriores iraní, Kazem Gharibabadi, celebrada este viernes en Beijing, las tres naciones publicaron una declaración conjunta en la que pedían a las partes implicadas “evitar acciones que agraven la situación y crear conjuntamente una atmósfera y unas condiciones favorables para los esfuerzos diplomáticos”, según los medios estatales chinos.

Cada vez es más urgente encontrar una vía diplomática para frenar el programa nuclear iraní en medio del conflicto de Medio Oriente. El organismo de control nuclear de la ONU advierte de que Irán ha aumentado rápidamente sus reservas de lo que se considera uranio casi apto para la fabricación de bombas. Irán niega que quiera una bomba nuclear e insiste en que su programa de energía nuclear es “totalmente pacífico”.

Trump está presionando por un nuevo acuerdo, mientras que las potencias europeas han celebrado múltiples rondas de conversaciones con Teherán en los últimos meses sobre el tema.

Los observadores dicen que el impulso diplomático de Beijing encaja con el objetivo más amplio de China de posicionarse como un líder global alternativo a Estados Unidos, un objetivo que los líderes chinos ven más oportunidades de lograr a medida que Trump sacude la política exterior con su agenda “Estados Unidos primero”.

“China está cada vez más motivada para profundizar su implicación (en la cuestión nuclear iraní) y salvaguardar sus intereses, expandir su influencia regional y reforzar su imagen como potencia global responsable”, dijo Tong Zhao, investigador principal del think tank Carnegie Endowment for International Peace en Washington.

Con la presencia de Rusia e Irán en la sala, China “también puede tratar de destacar la importancia de los enfoques no occidentales para resolver los desafíos mundiales”, añadió.

China defiende desde hace tiempo el acuerdo nuclear de 2015 o Plan Integral de Acción Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés). El acuerdo, negociado originalmente entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Teherán, restringe el programa nuclear iraní.

Beijing ha criticado la retirada de Estados Unidos del pacto, al tiempo que se opone a las sanciones estadounidenses contra Irán. Teherán se alejó de sus compromisos nucleares tras la retirada estadounidense.

Según el acuerdo de 2015, los países tienen hasta octubre para desencadenar la llamada “reversión” de las sanciones internacionales a Irán que se levantaron en virtud del JCPOA.

“Todavía esperamos que podamos aprovechar el tiempo limitado que tenemos antes de la fecha de terminación en octubre de este año, con el fin de tener un acuerdo, un nuevo acuerdo para que el JCPOA pueda mantenerse”, dijo el embajador chino ante la ONU, Fu Cong, a los periodistas antes de una reunión especial del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el programa nuclear de Irán el miércoles.

Desde su llegada al poder, Trump ha restablecido su campaña de “máxima presión”, pidiendo al Tesoro estadounidense que imponga sanciones a Irán e intensifique su aplicación. La semana pasada, el presidente estadounidense dijo a Fox News que había escrito al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, y añadió: “Hay dos formas de tratar a Irán: militarmente o llegando a un acuerdo. Preferiría llegar a un acuerdo, porque no quiero perjudicar a Irán”.

Pero Irán ha señalado en los últimos días que no tiene ningún interés en hablar con Trump, y Jamenei criticó los esfuerzos para negociar de “Estados matones”.

No está claro qué forma tomaría un posible nuevo acuerdo, ni cómo se negociaría. Pero no alcanzar un acuerdo podría llevar a una escalada del conflicto en curso en el Medio Oriente, donde Israel e Irán han intercambiado ataques directos, o podría hacer que Teherán cambie su posición sobre las armas nucleares, según los observadores.

“Efectivamente, todos están compitiendo para resolver este problema”, dijo Sanam Vakil, directora del programa de Medio Oriente y África del Norte en el centro de pensamiento Chatham House, con sede en Londres. “En el contexto de varios esfuerzos paralelos, esta fue una oportunidad para que Rusia y China se alinearan e intentaran presentar su versión de lo que podría ser un acuerdo”.

Tanto Beijing como Moscú están unidos en “no querer que Irán arme su programa nuclear y tratar de buscar una solución diplomática”, pero podrían querer un acuerdo más estrecho centrado en el programa nuclear de Teherán, mientras que Europa y quizás Estados Unidos preferirían un acuerdo más amplio, según Vakil.

Durante las conversaciones de este viernes, los tres países “reiteraron la importancia de mantener el tratado de no proliferación de armas nucleares”, según el informe chino, que también señaló que China y Rusia “dieron la bienvenida a la reafirmación de Irán sobre la naturaleza pacífica de su programa nuclear”.

Las conversaciones podrían ser una oportunidad para Teherán, según los observadores, que señalan cómo los líderes de Irán ven a China y Rusia como aliados potenciales en tales discusiones. Teherán y Moscú han incrementado su cooperación en los últimos años, ya que los drones iraníes ayudan a Rusia en su guerra en Ucrania.

China sigue siendo un respaldo clave económico y diplomático para Irán, pero también busca equilibrar su relación con Teherán con los crecientes lazos con socios como Arabia Saudita. La semana pasada, Rusia, China e Irán realizaron lo que los medios estatales chinos dijeron que fue su quinta maniobra naval conjunta desde 2019.

“Para Irán, (la reunión en China) es una oportunidad simbólica. Puede seguir mostrando su alineación con Rusia y China… (y) seguir enviando el mensaje de que busca compromiso”, dijo Vakil.

Una muestra del alineamiento del trío también podría beneficiar a Beijing en un momento en que la administración Trump busca socavar los estrechos lazos de Beijing y Moscú y hacer retroceder lo que consideran un “eje” emergente entre China, Rusia, Irán y Corea del Norte.

Rusia también se ha ofrecido a participar en las conversaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán, dijo un portavoz del Kremlin, a medida que los lazos entre Moscú y Washington se calientan bajo Trump.

“Las futuras direcciones políticas de Rusia e Irán influirán significativamente en las opciones estratégicas de China en Medio Oriente y más allá”, dijo Zhao, de Carnegie Endowments, señalando esto como una razón para que Beijing mejore su comunicación con Moscú y Teherán sobre tales cuestiones.

“Esta coordinación es también una señal de solidaridad frente a los posibles esfuerzos de Estados Unidos por sembrar la división entre ellos”, añadió.

Beijing se juega mucho en Medio Oriente.

China depende de la región para obtener energía y ha trabajado para estrechar sus lazos estratégicos en ella, incluso con los ricos Estados del Golfo y aliados tradicionales de Estados Unidos. Beijing demostró sus ambiciones de convertirse en una potencia en la región en 2023, cuando desempeñó un papel en la mediación de un acercamiento entre sus antiguos rivales, Irán y Arabia Saudita.

Es probable que China también observe con recelo la posibilidad de que los lazos comerciales de sus propias empresas con Irán se vean enredados en las tácticas de presión de Trump en Irán si no se llega a un acuerdo, afirman los observadores.

La reunión de Beijing, sin embargo, “no es una indicación de que China esté interesada en dar a Rusia e Irán un paseo libre aquí o permitirles continuar subvirtiendo las normas de proliferación”, dijo Esfandyar Batmanghelidj, fundador del think tank Bourse & Bazaar Foundation.

“Lo que esto refleja es la seria preocupación de China de que esta crisis pueda acelerarse en Medio Oriente si el programa nuclear iraní no se aborda mediante negociaciones”, afirmó.

No obstante, la capacidad de Beijing para actuar como mediador en este asunto tiene sus límites, incluso aunque intente ampliar su papel. Es un actor relativamente inexperto en una región en la que Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo la potencia dominante y, a pesar de sus vínculos económicos con Teherán, los observadores afirman que tiene poca influencia en la política del país.

“Los rusos y los iraníes entienden que China está asumiendo un papel relativamente nuevo como mediadora en estas grandes disputas internacionales. Hay mucho realismo sobre hasta qué punto China puede ser realmente la arquitecta de estas negociaciones”, afirmó Batmanghelidj.

Pero ambos están “muy contentos de participar en el espectáculo de China emergiendo como este nuevo actor”, dijo.

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