Con las tensiones en Gaza, egipcios e israelíes advierten sobre una nueva guerra
Por Sarah El Sirgany, CNN
“¿Vamos a la guerra?”, pregunta una preocupada vendedora en El Cairo al enterarse de que está hablando con un periodista. La amenazante pregunta sobre la posibilidad de una guerra entre Egipto e Israel ha surgido en muchas conversaciones en el país.
Estos murmullos de guerra revelan crecientes preocupaciones entre una población desgastada por sucesivas crisis económicas y horrorizada por la devastación que ha visto Israel infligir sobre Gaza y Líbano. En las últimas semanas, la disputa diplomática sobre la propuesta del presidente de EE.UU., Donald Trump, de desalojar por la fuerza a los palestinos de Gaza hacia Egipto ha intensificado esta ansiedad, convirtiendo esta idea en un ferviente debate.
La misma pregunta, junto con respuestas alarmantes, ha resonado en los medios de comunicación egipcios, árabes e israelíes. Un sitio web israelí publicó un escenario generado por IA de un ataque que destruye la estratégica Alta Presa de Egipto. Y un YouTuber egipcio publicó un video generado por IA de un ataque al reactor nuclear de Israel. Internautas agresivos intercambian acusaciones y amenazas en varias plataformas de redes sociales y programas de televisión debaten lo que ven como evidencia de la disposición de cada lado para la guerra.
Según un reporte del periódico israelí Yedioth Ahronoth, este “sentimiento de guerra” es alimentado por información engañosa amplificada por medios de comunicación de derecha en Israel. Desmintió muchas de las afirmaciones que circulan en redes sociales y televisión sobre un aumento militar egipcio en la frontera.
Amos Harel, un analista de defensa del periódico israelí Haaretz, dijo que no sabe “cuánto de esto está coordinado y cuánto es espontáneo”, pero añadió que puede ser en interés de la ultraderecha israelí “agitar las cosas respecto a Egipto” para desviar la atención de las críticas internas al primer ministro Benjamin Netanyahu.
Las familias de los rehenes retenidos en Gaza han acusado a Netanyahu de vacilar en un acuerdo para liberar a los cautivos con el fin de apaciguar a los duros en su gobierno, algo que él ha negado. Egipto y otros mediadores tratan de salvar el cese del fuego, que entró en vigor en enero y ahora pende de un hilo.
El principal punto de disputa es si El Cairo ha desplegado más soldados y equipo militar en el Sinaí de lo permitido bajo las disposiciones de seguridad que siguieron al tratado de paz de 1979 con Israel.
El tratado, negociado por Estados Unidos, puso fin a décadas de guerra entre ambos países y estableció límites en la huella militar de Egipto en la Península del Sinaí que limita con Israel. Dio inicio a una era de estrecha cooperación en materia de seguridad entre ambos, y con Estados Unidos.
Egipto ha estado ansioso por enfatizar que está siguiendo las reglas. En 2016, mientras luchaba contra una rama local de ISIS, obtuvo la aprobación de Israel para expandir su presencia militar en el Sinaí. Cuando Egipto reforzó su frontera con Gaza y aumentó su seguridad el año pasado, los funcionarios egipcios insistieron en que el despliegue seguía dentro del marco de un acuerdo de 2016 entre ambos.
En septiembre, Egipto llevó a cabo un ejercicio militar en el Sinaí utilizando munición de guerra, seguido de un desfile militar en octubre al que asistió el presidente Abdel-Fattah el-Sisi. Los medios de comunicación de ambos lados de la frontera han transmitido imágenes de estos eventos y han dicho que son señales de posibles preparativos para la guerra.
Tal alarma no se ha limitado a los medios de comunicación, ya que funcionarios israelíes también han intervenido.
“Hemos visto bases siendo construidas que solo pueden ser utilizadas para operaciones ofensivas”, dijo el embajador de Israel en EE.UU., Yechiel Leiter, en una reunión de líderes judíos estadounidenses en enero. Afirmó que Egipto estaba en “grave violación” del tratado de paz y que esto se abordaría “muy enfáticamente”.
Danny Danon, embajador de Israel ante las Naciones Unidas, supuestamente preguntó por qué Egipto gastó “cientos de millones de dólares en equipo militar” en una entrevista con una estación de radio israelí. “Esto debería hacer sonar las alarmas. Hemos aprendido nuestra lección. Debemos vigilar a Egipto de cerca y prepararnos para cada escenario”, dijo.
Los portavoces militares egipcios e israelíes no respondieron a las preguntas de CNN sobre los supuestos despliegues y si constituirían una violación de los acuerdos de seguridad.
Analistas militares de ambos lados descartan los reportes de los medios sobre despliegues egipcios en el Sinaí como infundados.
“Ningún tanque (egipcio) entra en el Sinaí sin la aprobación de Israel”, dijo Hossam el-Hamalawy, un analista de seguridad egipcio radicado en Berlín, argumentando que el Ejército de Egipto no tiene la capacidad para entrar en guerra con Israel. La mayoría de los videos de despliegue y ejercicios militares egipcios que circulan en los medios árabes e israelíes, explicó, son antiguos o no fueron grabados en el Sinaí.
En una rara entrevista televisiva con el tradicionalmente reservado establecimiento militar, un destacado comandante militar egipcio, el General de División Ahmad Mahmoud Safi El-Din, dijo al canal de noticias saudí Al-Hadath este jueves que el gasto militar de Egipto y los esfuerzos para modernizar su arsenal estaban destinados a “preservar la paz y la estabilidad en la región”.
El saliente jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, Herzi Halevi, también abordó la creciente preocupación en un discurso público la semana pasada, pero dijo que no era una prioridad. “Creemos que no es una amenaza en este momento, pero podría cambiar en un instante”, afirmó.
Con la ausencia de una posición gubernamental declarada, el asunto quedó para que personalidades influyentes de los medios lo interpretaran.
“No estamos al borde de una guerra con Israel”, dijo a los espectadores en febrero el popular presentador de programas de entrevistas egipcio Amr Adib. Conocido por sus estrechos vínculos con el gobierno egipcio, fue cuidadoso al expresar su tranquilidad, diciendo que solo refleja el momento actual, “como ahora mismo, a las 10:15 p.m.”, dijo, mirando su reloj, insinuando que podría cambiar rápidamente.
Ambos países violan el tratado de paz, dijo, y solo colapsaría si un lado ataca al otro, “pero no estamos entrando en guerra”.
“Israel entiende que sería gravemente herido en tal confrontación… Si estamos destinados a luchar, estamos preparados para ello”, añadió.
La amenaza latente de guerra ha eclipsado los problemas internos que enfrentan los líderes de ambos países. Sin embargo, los analistas también señalan una serie de eventos que podrían socavar el tratado.
“Las mentes racionales no quieren que el tratado esté en riesgo. Las acciones tomadas en los últimos 15 meses han puesto presión sobre el tratado que nunca ha estado a este nivel antes”, dijo Nabil Fahmy, exministro de Relaciones Exteriores de Egipto y decano emérito de la Escuela de Asuntos Globales y Políticas Públicas de la Universidad Americana en El Cairo.
Lo que eventualmente podría inclinar la balanza es la posible expulsión de los gazatíes hacia Egipto, lo que Fahmy dijo constituiría una amenaza para la seguridad nacional de Egipto.
En los meses previos a la operación de Israel en la ciudad fronteriza de Rafah en Gaza, que comenzó en mayo, Egipto advirtió que forzar a más de 1 millón de palestinos que se refugian allí hacia Egipto, como propuesto por algunos funcionarios israelíes, pondría el tratado en riesgo.
Hace un año, Sisi, el presidente de Egipto, dijo a los periodistas y a sus homólogos europeos que cualquier desplazamiento de este tipo significaría trasladar la lucha palestina contra Israel al territorio egipcio. “El Sinaí se convertiría en una base para luchar contra Israel… En respuesta, Israel atacaría territorio egipcio”, dijo.
Así que, cuando Trump presentó su plan para desplazar a los palestinos a Egipto y Jordania y convertir Gaza en una “riviera” del Medio Oriente, este escenario ya estaba en la mente de las personas.
“Los israelíes no tomaron el plan de Trump en serio. Pero del lado egipcio, se tomó muy en serio”, explicó Max Rodenbeck, director del proyecto Israel/Palestina en el International Crisis Group, un grupo de expertos con sede en Bruselas. Al temer que se ejerciera presión en Washington para que El Cairo cumpliera, los egipcios tuvieron que hacer una demostración de fuerza política e indicar que el tratado está en riesgo, dijo.
Las naciones árabes no querían antagonizar directamente al presidente de EE.UU. al participar en una disputa mediática. En su rechazo al plan, las declaraciones oficiales dijeron que esperaban cooperar con Trump para lograr la paz en la región. Se espera que los líderes árabes se reúnan en El Cairo esta semana para discutir un plan alternativo que presentar a Trump.
Ya sea que Trump retroceda o no, hay una comprensión entre las naciones árabes de que la región, al igual que el resto del mundo, entró en un territorio desconocido bajo su segundo mandato.
“La propuesta de Trump está en completa contradicción con el objetivo de paz integral entre árabes e israelíes”, afirmó Fahmy.
Fahmy, al igual que los expertos en seguridad que hablaron con CNN, minimizó el impacto real de la charla mediática sobre una guerra inminente, pero todos estaban preocupados por su creciente intensidad.
Existe un temor subyacente de que el tratado de paz entre Egipto e Israel, el primero entre un país árabe y el Estado judío, y que se ha convertido en un pilar de la seguridad regional, podría estar enfrentando su mayor amenaza desde que se firmó hace 45 años.
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