En una gran derrota para Trump, la Corte Suprema bloquea el despliegue de la Guardia Nacional en Chicago
Por John Fritze, CNN
La Corte Suprema prohibió este martes al presidente Donald Trump desplegar la Guardia Nacional en Chicago para proteger a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), una derrota significativa y poco común para el Gobierno en el expediente de emergencia del tribunal conservador.
āEn esta etapa preliminar, el Gobierno no ha identificado una fuente de autoridad que permita a las Fuerzas Armadas ejecutar las leyes en Illinoisā, seƱaló la corte en su orden no firmada.
La decisión, que contó con votos en contra de los jueces conservadores Samuel Alito, Clarence Thomas y Neil Gorsuch, representa un revés importante y parece casi seguro que pondrÔ en riesgo despliegues similares de la Guardia Nacional en otras ciudades.
En un comunicado, una portavoz de la Casa Blanca afirmó que el fallo no detendrĆ” los esfuerzos de Trump para hacer cumplir las leyes migratorias, proteger al personal federal y āsalvaguardar al pĆŗblico estadounidenseā.
āActivó la Guardia Nacional para proteger a los agentes federales y evitar que manifestantes destruyeran edificios y propiedades federalesā, dijo la portavoz Abigail Jackson a CNN. āNada en el fallo de hoy resta valor a esa agenda centralā.
āEsta es una desaprobación significativa de los intentos del presidente Trump de usar militares federales para reforzar la aplicación de la ley migratoria, especialmente en jurisdicciones gobernadas por demócratasā, seƱaló Steve Vladeck, analista de la Corte Suprema de CNN y profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Georgetown. āEs difĆcil ver cómo el Gobierno puede seguir usando esta autoridad poco conocida de 1908 para intentar desplegar militares federalizados de la Guardia Nacionalā.
Vladeck calificó la decisión como āla derrota mĆ”s significativa que la Corte Suprema le ha dado a Trump en todo el aƱoā.
La ley federal permite que un presidente federalice la Guardia Nacional cuando ya no puede ejecutar las leyes de Estados Unidos con fuerzas regulares. Durante el caso surgió un debate sobre si ese tĆ©rmino, āfuerzas regularesā, se refiere a las Fuerzas Armadas o a todos los agentes federales, como los de ICE.
En su orden, la corte indicó que el tĆ©rmino āprobablementeā se refiere a las Fuerzas Armadas. AdemĆ”s, seƱaló que la facultad de federalizar la Guardia Nacional bajo la ley que Trump intentó invocar āprobablemente solo aplica cuando las Fuerzas Armadas pueden ejecutar legalmente las leyesā. Es decir, de acuerdo con la corte, no aplica para proteger a agentes que hacen cumplir las leyes migratorias.
āPor lo tanto, al menos en este contexto, el Gobierno no ha demostrado que la ley en cuestión permita al presidente federalizar la Guardia Nacional en ejercicio de la autoridad inherente para proteger al personal y la propiedad federal en Illinoisā, indicó la corte.
La decisión deja a Trump con pocas opciones si quiere seguir desplegando soldados en ciudades, aunque no lo imposibilita. Es probable que aĆŗn pueda invocar la Ley de Insurrección para desplegar Fuerzas Armadas en Chicago y otras ciudades, aunque serĆa una medida polĆticamente delicada, ya que desafĆa la prohibición histórica de usar al EjĆ©rcito en tareas de orden pĆŗblico.
El juez Brett Kavanaugh, conservador que apoyó la decisión de fondo de la corte, dijo que lo habrĆa hecho en tĆ©rminos mĆ”s limitados. Coincidió en que el tĆ©rmino āfuerzas regularesā significa las Fuerzas Armadas de EE.UU.
āLa interpretación legal de la corte, segĆŗn la entiendo, podrĆa tener implicaciones significativas para futuras crisis que ahora no podemos preverā, dijo Kavanaugh.
Sin embargo, advirtió que la decisión podrĆa limitar la capacidad de respuesta en situaciones imprevistas, como si una multitud amenazara con irrumpir en un tribunal federal y las fuerzas armadas no pudieran llegar a tiempo.
āHace casi 250 aƱos, los redactores de la Constitución de nuestro paĆs dividieron cuidadosamente la responsabilidad sobre la milicia, hoy la Guardia Nacional, entre el Gobierno federal y los estados, creyendo imposible que un presidente usara la milicia de un estado contra otroā, dijo Kwame Raoul, fiscal general de Illinois. āLas circunstancias extremadamente limitadas bajo las cuales el Gobierno federal puede convocar a la milicia en contra de la objeción de un estado no existen en Illinois, y me complace que las calles de Illinois permanezcan libres de miembros armados de la Guardia Nacional mientras nuestro litigio continĆŗaā.
Alito, respaldado por Thomas, escribió que ādiscrepa firmementeā con la forma en que la corte abordó el caso.
āLa corte no explica por quĆ© la autoridad constitucional inherente del presidente para proteger a los funcionarios y bienes federales no es suficiente para justificar el uso de miembros de la Guardia Nacional en el Ć”rea relevante para ese propósitoā, escribió Alito. āNo estoy preparado en este momento para expresar una opinión definitiva sobre estas cuestiones, pero tengo serias dudas sobre la corrección de las opiniones de la corteā.
Alito argumentó que sus colegas āno tienen base para rechazar la determinación del presidente de que no podĆa ejecutar las leyes federales de inmigración utilizando los recursos de las fuerzas del orden civiles a su disposiciónā.
āIndependientemente de lo que se piense sobre la aplicación de las leyes migratorias por parte del Gobierno actual o sobre el trabajo de ICE, la protección de funcionarios federales ante posibles ataques letales no deberĆa verse frustradaā, aƱadió.
La decisión de la corte, que llegó dos meses despuĆ©s de que el Gobierno de Trump presentara su apelación de emergencia, se produjo cuando las tensiones en una instalación de ICE al oeste de Chicago parecĆan haberse reducido. El Gobierno informó a un tribunal federal en otro caso, semanas atrĆ”s, que la āmayor coordinaciónā con la policĆa local habĆa āreducido la necesidad de que los funcionarios federalesā interactuaran con manifestantes en el edificio de Broadview, en los suburbios.
Funcionarios de defensa anunciaron en noviembre que estaban ajustando los despliegues previstos en Chicago, Los Ćngeles y Portland. En ese momento, indicaron que solo unas 300 unidades de la Guardia Nacional de Illinois permanecerĆan listas para desplegarse. Ćrdenes de tribunales inferiores han bloqueado su capacidad para operar junto al Departamento de Seguridad Nacional.
La corte tardó inusualmente en resolver la disputa de emergencia, que el Gobierno de Trump presentó por primera vez a mediados de octubre. Dada la inusual cantidad de intercambios entre los jueces en la orden de este martes, parece probable que la mayorĆa conservadora de la corte debatió intensamente cómo resolver el caso.
Aunque la situación en Chicago se calmó, el Gobierno argumentó en documentos judiciales en noviembre que los despliegues seguĆan siendo necesarios. Mientras el caso estaba pendiente, el Departamento de Justicia informó a la Corte Suprema que āagresores violentos han disparado contra agentes del Departamento de Seguridad Nacional, lanzado ladrillos y concreto a agentes atrincherados y embestido sus vehĆculos con camionesā.
En ese sentido, la apelación de emergencia seguĆa siendo una prueba importante del poder presidencial para movilizar y desplegar la guardia en ciudades estadounidenses.
La decisión de la corte llegó semanas después de un tiroteo en Washington a fines de noviembre, que mató a una integrante de la Guardia Nacional y dejó a otro gravemente herido. El sospechoso, Rahmanullah Lakanwal, es un ciudadano afgano que trabajó previamente con Estados Unidos en AfganistÔn. Lakanwal ha sido acusado de varios delitos, incluidos homicidio premeditado y ataque con intención de matar.
Trump estÔ usando la Guardia Nacional en Washington bajo una ley federal diferente que no estaba en cuestión ante la Corte Suprema.
Trump argumentó que una decisión de un tribunal inferior que bloqueó ese despliegue en Chicago āafecta indebidamente la autoridad presidencial y pone innecesariamente en peligro al personal y la propiedad federalā, insertando efectivamente a los tribunales en la cadena de mando.
La Corte Suprema fue llamada a pronunciarse sobre el tema mientras el Gobierno intentaba desplegar miembros de la guardia en varias ciudades, incluidas Portland, Memphis y Los Ćngeles.
Un tribunal federal de distrito en Chicago bloqueó el despliegue en octubre.
La jueza federal April Perry, nombrada por el presidente Joe Biden, consideró que el Gobierno excedió su autoridad con el despliegue dadas las condiciones en el terreno. En una extensa opinión vinculada a su orden temporal, cuestionó la justificación del Gobierno para el envĆo de militares.
Perry seƱaló lo que describió como una ātendencia preocupanteā del Gobierno a āequiparar protestas con disturbiosā. El Tribunal de Apelaciones del SĆ©ptimo Circuito, con sede en Chicago, confirmó en gran medida esa decisión, permitiendo que el Gobierno federalizara a los miembros de la guardia pero no los desplegara.
En el caso de Chicago, Trump federalizó a 300 miembros de la Guardia Nacional de Illinois para āproteger a funcionarios y bienes federalesā. Otros 400 miembros federalizados de la Guardia Nacional de Texas tambiĆ©n estaban listos para ser desplegados en el estado. El Gobierno indicó que esos miembros de la guardia servirĆan āsolo en funciones de protecciónā y no participarĆan en tareas de seguridad pĆŗblica.
Bajo el nuevo acuerdo anunciado en noviembre, unos 200 miembros de la Guardia Nacional de Texas en Chicago fueron enviados a casa y otros 200 permanecieron en espera en Fort Bliss. Aproximadamente 300 miembros de la Guardia Nacional de Illinois permanecerƔn en el Ɣrea de Chicago.
Aunque el caso avanzaba rĆ”pidamente en los tribunales, los jueces ralentizaron el proceso a fines de octubre al ordenar presentaciones adicionales sobre una cuestión tĆ©cnica pero importante acerca de lo que significa la ley cuando permite al presidente usar la guardia para reforzar ālas fuerzas regulares para ejecutar las leyes de Estados Unidosā.
Illinois argumentó que ese lenguaje significaba que Trump podĆa llamar a la guardia para ayudar a las fuerzas armadas, no a agencias civiles como ICE. El Departamento de Justicia respondió que esa interpretación serĆa contradictoria, ya que a las Fuerzas Armadas generalmente se les prohĆbe ejecutar la ley federal. El estado y el Gobierno pasaron semanas presentando escritos y contraescritos sobre esa cuestión.
Para defender sus despliegues, el Departamento de Justicia se basó en gran medida en una decisión de la Corte Suprema de 1827: Martin v. Mott. El caso trataba sobre Jacob Mott, miembro de la milicia de Nueva York que desobedeció la orden del presidente James Madison de movilizarse durante la Guerra de 1812. La Corte Suprema rechazó el argumento de Mott de que Madison habĆa evaluado mal el peligro y escribió que āla autoridad para decidir si ha surgido la emergencia pertenece exclusivamente al presidenteā.
Los estados que impugnan al Gobierno han rechazado la sugerencia de que las protestas contra agentes de ICE sean comparables a una invasión extranjera.
Esta historia fue actualizada para incluir información adicional.
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