Trump suele decir que los datos y estadísticas oficiales sobre la economía son “falsos”. ¿Por qué es peligroso?
Por Alicia Wallace
Los datos económicos federales son una de las formas más puras de infraestructura, dijo Erica Groshen, excomisionada de la Oficina de Estadísticas Laborales.
“Estos datos mantienen nuestra economía en funcionamiento tanto como lo hacen las carreteras y los puentes”, afirmó.
Los encargados de formular políticas, las empresas, las organizaciones y otras entidades dependen en gran medida de la enorme cantidad de datos detallados y de tendencias estadísticas de largo plazo para realizar inversiones y tomar decisiones: acciones que, en última instancia, afectan el sustento de las personas.
Pero esa infraestructura estadística —que ya se encontraba en un estado precario en términos de financiación, tasas de respuesta y confianza pública— ahora corre un mayor riesgo de desmoronarse, advirtió Groshen.
Queda por ver cómo les irá a las agencias estadísticas federales bajo el Gobierno del presidente Donald Trump, quien ha criticado los datos económicos y busca revertir los programas gubernamentales. Lo mismo ocurre con la era de DOGE, con la creación del recién formado Departamento de Eficiencia Gubernamental, que apunta a racionalizar grandes sectores del gobierno.
Las preocupaciones sobre posibles recortes o cambios en los datos — en los que los líderes mundiales, reguladores, economistas y ejecutivos han confiado durante décadas — llegan en un momento en que los estadísticos dentro y fuera del gobierno han clamado por fondos para modernizar mejor la forma en que se recopilan, tabulan y difunden los datos críticos.
Otros investigadores han dicho a CNN que crecen sus temores respecto a cómo las encuestas y los datos económicos podrían verse afectados por una administración que no solo cuestionó la legitimidad de las cifras económicas en los últimos meses, sino que también está cerrando activamente algunos programas federales y sitios web que brindan recursos a comunidades marginadas.
Los datos federales se consideran el “estándar de oro” debido a su confiabilidad, calidad, exhaustividad, transparencia e historia de larga data.
Aunque también es una encrucijada.
Las encuestas a personas, uno de los medios probados y verdaderos para obtener información, están en problemas, dijo William Beach, quien se desempeñó como comisionado de BLS durante el primer mandato de Trump.
“Las encuestas están desapareciendo”, dijo Beach a CNN. “Y no es un resfriado, es una enfermedad terminal”.
La gente está cansada de responder encuestas, dijo Beach, especialmente a través de los medios en los que confía el gobierno: en persona y por teléfono. Las tasas de respuesta se han desplomado en los últimos años para una variedad de encuestas que sirven como columna vertebral para algunos de los datos económicos más importantes.
“Con tasas de respuesta más bajas, nuestras estimaciones serán más volátiles y nuestras revisiones de referencia (que normalmente tienen en cuenta fuentes de datos duros como los registros fiscales) serán mayores”, dijo Beach.
Y esa volatilidad abre la puerta a las críticas, dijo.
“Con las revisiones más amplias y el sistema estadístico en un estado de abandono, la gente está yendo contra los datos”, dijo Beach. “Es muy desafortunado que lo estén haciendo, y que lo estén haciendo a diestra y siniestra. No es una cuestión de republicanos o demócratas. Son simplemente políticos que encuentran buenos objetivos”.
Uno de los ejemplos más destacados de esto se produjo en agosto de 2024, cuando la BLS publicó sus revisiones preliminares de referencia de los datos de empleo para los 12 meses que terminaron en marzo de 2024. La revisión inicial estimada de 818.000 fue mayor que la observada en los últimos 15 años, lo que impulsó a Trump a publicar que los datos de empleo eran una “mentira” y que la administración de Biden “ha sido sorprendida manipulando fraudulentamente las estadísticas de empleo”.
El proceso de revisión se lleva a cabo todos los años (y así fue bajo el Gobierno de Trump) y los economistas señalaron que la revisión más grande (que fue una fracción minúscula del empleo total) se debió a los efectos continuos de la pandemia y el posterior aumento de la inmigración.
“La confianza es una misión fundamental para las agencias estadísticas”, dijo Groshen. “Si se construye un puente pero nadie confía en él, nadie lo cruzará en coche”.
Además de las tasas de respuesta más bajas, las agencias de estadística se han enfrentado a una tendencia de disminución de la financiación, dijo Groshen.
En paralelo, las agencias se han vuelto más eficientes, dijo, pero eso no ha estado exento de contrapartidas.
“Han tenido que reducir parte del ancho de banda que utilizaban para contingencia, resiliencia y modernización, porque necesitan mantener el flujo de datos de los que dependen los usuarios”, dijo.
La Oficina del Censo ha estado trabajando para modernizar la Encuesta de Población Actual, que es una de las dos encuestas principales que componen el informe mensual sobre empleos y que sirve como fuente para la tasa nacional de desempleo. Pero también ha tenido tasas de respuesta en constante descenso, debido a cuestiones como las preocupaciones por la privacidad, hogares en los que solo se utilizan teléfonos celulares y la disponibilidad de los encuestados.
El objetivo sería añadir un componente de respuesta en línea.
“Para hacer un cambio como este, hay que ponerlo a prueba, y es un proceso lento y exigente que mantiene la continuidad de esta información a lo largo del tiempo”, dijo. “La BLS y la Oficina del Censo han estado pidiendo financiación para eso durante cinco años, y no se ha financiado”.
Algunos de los planes declarados para el gobierno presentan un riesgo “enorme” para los datos federales, porque las agencias estadísticas caen bajo financiación discrecional, dijo.
“Si se va a hacer un gran recorte al presupuesto, habría que eliminar prácticamente todo el gasto discrecional, y eso incluiría a las agencias de estadística”, dijo.
Y eso tendría el efecto opuesto al deseado, dijo.
“Si queremos que el gobierno sea eficiente, ¿cómo vamos a lograrlo si no podemos medir nada, si no podemos medir la causa y el efecto, si no podemos medir las condiciones económicas para poder identificar dónde están los problemas?”, dijo. “Si las empresas y los gobiernos que toman decisiones tienen menos información o de mala calidad, sus decisiones serán peores. La economía será menos eficiente. Los inversores no tendrán tan buena información sobre dónde invertir su dinero”.
Sin embargo, Groshen dijo que cree que hay puntos en común en algunas de las propuestas que se plantearon en el Proyecto 2025, el controvertido manual para un gobierno federal reimaginado publicado por conservadores de la Heritage Foundation antes de un segundo mandato de Trump. El capítulo sobre el Departamento de Comercio incluía una sugerencia de consolidar algunas agencias estadísticas.
“Creo que la idea (de la consolidación) tiene cierto mérito si se hace de la manera correcta, podría ser muy buena para las agencias estadísticas”, dijo. “No las pondría bajo la supervisión de un secretario de gabinete. Las pondría en una agencia independiente dirigida por el estadístico jefe de Estados Unidos, y me aseguraría de que su financiación estuviera asegurada”.
Cuando el dinero escasea, también podría haber oportunidades para explorar asociaciones con universidades para realizar ciertas encuestas y programas o recortar otros, dijo Beach.
Existen algunos mecanismos de contención.
Varias organizaciones rastrean y archivan activamente los sitios web gubernamentales, especialmente durante épocas de cambios de administración.
Uno de ellos es el proyecto End of Term Web Archive, activo desde 2008. La organización tiene como objetivo recopilar y preservar la información difundida en los ámbitos gubernamental y militar al final de los mandatos presidenciales.
El Archivo Web de Fin de Término acepta nominaciones de enlaces de URL para ser archivados, o como lo llama la organización, “semillas” para los rastreadores web.
“He revisado nuestros informes y todos los sitios de esas agencias (de datos económicos) han sido nominados”, escribió James Jacobs, bibliotecario de información del gobierno de Estados Unidos en la Universidad de Stanford y participante del EOT, en una respuesta por correo electrónico a CNN.
Al señalar que los datos económicos a menudo se recopilan en función de requisitos legislativos, Jacobs dijo que organizaciones como el Proyecto Censo y la Asociación de Usuarios de Datos Públicos rastrean y abogan activamente por los datos gubernamentales a nivel del Congreso.
El grado en que se reduzcan los datos o se elimine información podría tener efectos paralizantes para las comunidades marginadas, según un informe publicado la semana pasada por el Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la UCLA, que realiza investigaciones sobre leyes y políticas públicas sobre orientación sexual e identidad de género.
Los decretos de Trump que redefinieron el “sexo” solo como masculino y femenino y que eliminan los esfuerzos centrados en la diversidad, la equidad y la inclusión podrían, en última instancia, afectar los datos federales que involucran a los estadounidenses marginados , incluidos aquellos dentro de la comunidad LGBTQ+ .
“Esto genera una falta de comprensión de lo que está sucediendo con una población muy vulnerable”, dijo Christy Mallory, directora ejecutiva interina y directora legal del Instituto Williams. “Para abordar algunos problemas económicos y laborales más amplios, necesitamos saber qué está sucediendo con subpoblaciones de personas. Es difícil erradicar el desempleo sin saber qué está sucediendo con las comunidades marginadas, incluidas las personas trans, que están desproporcionadamente desempleadas o subempleadas”.
Pero el riesgo, dijo, es mucho más profundo y, en última instancia, puede afectar la salud y el bienestar de los estadounidenses.
“Dejar de ver preguntas sobre ti en una encuesta o leer sobre preguntas que se están eliminando tiene otro impacto en el que la gente no suele pensar: cómo se siente la gente cuando la borran del sistema”, dijo Mallory.
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